15 de maio de 2020

19 años de mierda


[Fotografía: mamá y yo]

Todos los años en marzo se publica una esquela que recuerda el fallecimiento de Elenita. Su marido sigue rindiéndole homenaje a su recuerdo a través de las breves esquelas en las que le cuenta cómo sigue su vida y la de sus hijos. Para quien no conozca esta hermosa historia, más información aquí.

Hoy vuelve a ser 15 de mayo o, lo que es lo mismo, un día de mierda.
Sé que para mucha gente es una fecha como otra cualquiera o, incluso, una digna de recordar. Para mí, sin embargo, es el aniversario de la muerte de mi madre.
O, lo que es lo mismo, un día de mierda.
La vida sigue, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Llevo 19 años sin ella, conviviendo con su recuerdo.
Llevo 19 años sin discutir con mi madre porque llegué muy tarde ayer, o muy pronto hoy, o porque a dónde me creo que voy con esas pintas.
Llevo 19 años sin tener a quién pedirle la receta de la masa de la empanada, que a ella le quedaba espectacular y a mí sigue sin salirme muy allá.
Llevo 19 años sin que nadie me explique como quitar las manchas esas amarillas del desodorante en las camisetas.
Llevo 19 años sin que tener a quién contarle mis penas.
Llevo 19 años sin darle un beso a mi madre cuando llego o cuando me voy.
Llevo 19 años improvisando en esto de ser adulta sin que me salga muy allá.
Llevo 19 años sin madre, con todo lo que eso implica.


Escribía Gloria Fuertes en su autobiografía "A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía". Cambiando el 15 por un 14, la buena de Gloria resume perfectamente mi vida.
Y es que me quedé sin mi madre cuando más falta me hacía.

Tuve que aprender yo sola a cocinar, a lavar las cortinas, a planchar la ropa.
Tuve que aprender a distinguir el pescado fresco del que no lo es tanto, la verdura de temporada, los cortes más tiernos de la carne.
Tuve que ir al ginecólogo por primera vez en mi vida sin nadie que me acompañara en aquella sala de espera en la que me dió un ataque de risa por los nervios.
Tuve que comerme el primer desengaño amoroso, ese primer dolor, sin tener con quién compartirlo.
Tuve mi primer trabajo (y el segundo, y el tercero...), mi primer título universitario (y el segundo, y el tercero...) sin poder celebrarlo con ella.
Tuve el primer desengaño con amigos sin que nadie me intentara consolar ni que me explicara que la vida es así que asquerosa a veces.
Tuve muchas navidades, muchos días de la madre, sin tener a quién felicitar.
Tuve mi primer coche (y la primera raya contra una columna) sin que nadie me riñera por no prestar atención.
Tuve muchos dolores de regla y muchas gripes sin que nadie me intentara aliviar.
Tuve muchas ganas de discutir con alguien sin tener con quién.

Es cierto que tengo a papá conmigo, y que al pobre le tocó bailar con la más fea la pieza más larga y, aún por encima, pagarle a la orquesta. Pero no es lo mismo.
Porque me faltas tú, y siempre me faltarás.

En 19 años muchas cosas han cambiado. Hubo grandes logros, momentos extremadament felices, gente estupenda, risas y más risas.
Pero, a pesar de todo lo bueno, nada lo es del todo, siempre falta algo.
Y es que me falta mi madre desde hace 19 años.
Y siempre me faltará.

22 comentarios:

  1. Comprendo tu dolor. No pedo ni pensar lo que habrá sido. Un beso

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  2. Siento mucho que te falte tu madre desde hace tantos años, a mí me falta desde dos, y tengo que decirte lo mismo, que la echo mucho de menos, todos los días me acuerdo de ella, porque una madre es lo más grande que hay, y yo la llevo en mi corazón.

    Un beso enorme y mucho ánimo.

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    1. Solo quien lo ha experimentado puede saberlo.
      Lo siento mucho, de corazón.
      Un fuerte abrazo

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  3. ·.
    Falarei inda que non sepa que falar...
    Todos tenemos, en distintas maneras, esos 19 años de mierda. Tu carta, un cristal rasgado, es la válvula de escape momentánea. La vida sigue y ella, como en el caso de Elenita, permanece en ti. Y lo sabes. Es y será parte de tu aliento. Y la vida sigue, y sigue, y seguiremos sin entender esa aceptación de los hechos. Tal vez la negación de los mismos esté en nuestros espíritus.

    Un bico... y a cuidarse !

    LaMiradaAusente · & · CristalRasgado

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    1. Sabes falar, sabes...
      En todos estos años de búsqueda, lo único que he encontrado son válvulas de escape momentáneas. Ojalá algo más permanente (o no).

      Bicos grandes

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  4. Hace poco se cumplieron dos años que mi madre se fue. Ella fue la que me inició en la cocina que de niño me parecía un lugar mágico con todas aquellas ollas humeantes y esas especias colgando de un clavo. "Fesolet" (frijolito) me llamaba ella, sólo ella, lo echo de menos.
    Saúdos!
    Borgo.

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  5. Cuando una madre se va y ya no está más, se extraña sea cual sea la edad, sea cual sea la condición, igual siendo hombre o mujer. Te acabo de descubrir hace poco, te he leído poco, pero mira oye, te hiciste a ti misma e parece que o fixeches ben

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    1. Se hace lo que se puede, y se va improvisando mucho en esto del vivir.

      Gracias por venir, siempre.

      Besos grandes

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  6. Cuando falta la madre el golpe es tremendo, sé que perderla a una edad así es todavía más terrible.
    Un abrazo.

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  7. Es una mala edad para perder a una madre, aunque probablemente no existe ninguna buena.

    Me conmueve profundamente tu texto y, espero que entiendas lo que quiero decir, también lo disfruté mucho. Donde esté seguro que está muy orgullosa de ti. De todo lo que has logrado, de quién eres y de cómo eres capaz de transmitir tus emociones.

    La historia de Elenita me parece hermosa, tu texto también lo es y no deja de asombrarme cuánta belleza puede nacer desde el dolor.

    Creo que en este momento me saltaría todas las normas de cuidado y te daría un enorme abrazo, apretado, detenido, contenedor...

    Bicos, Magó



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    1. Miña queridiña, qué bienvenido sería ese abrazo en días tan feos.
      Sea como fuere, a pesar de la distancia, me ha llegado.

      Gracias por venir, siempre.

      Bicos enormes!

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  8. Tiene que ser muy duro quedarse sin madre a una edad tan temprana.

    Habrá tantas Elenas en este país y que han tenido que vivir sin esa madre, cuando más falta le hacía.

    Es una historia que me ha tocado la fibra más sensible de mi ser.

    Besos

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    1. Pues sí: fue lo más duro que me pudo pasar. A mí y a tantos otros huérfanos prematuros.
      Pero, sorprendentemente, la vida siguió.
      (Qué remedio...)

      Gracias por venir.

      Besos grandes

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  9. Entiendo tu dolor, yo tambien he pasado por eso ,y es de las peores cosas de mi vida, hay que seguir adelante aunque miremos atras, un fuerte abrazo.

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    1. No queda otra que seguir adelante, aunque sólo sea por los que ya no pueden hacerlo.

      Gracias por venir, siempre.

      Besos grandes

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  10. Sí, siempre te faltará.
    Cerrarás la herida, incluso pasarás muchos días sin acordarte de ella... pero siempre te faltará.
    La muerte de la mía fue una hecatombe de la que jamás me recuperé.
    Uno aprende a vivir con la herida, luego cicatriza, incluso luego injusto olvido durante días o semanas... pero el dolor sigue dentro.
    Ese dolor sólo desaparecerá cuando lo hagamos nosotros.

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  11. Nunca se está "del todo" preparada para una pérdida así, pero cuando se es joven menos aún.
    ¿Y una madre? prefiero no pensarlo. Aunque choco con ella constantemente, mi vida supongo que hubiese sido muy distinta. Aunque me fui joven de casa (3 añitos más que tú cuando la perdiste).
    Me gusta mucho como escribes y como haces que con las palabras te pueda entender y casi ponerme en tu piel.
    Te dejo un abrazo enorme, esté donde esté... estará orgullosa de ti.

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  12. Yo creo signoria que no le falta del todo.
    Escuchándola hablar, seguro que la escucha, sigue ahí dentro.
    Está a su lado, recordándola así, siempre estará con usted, es parte de ti.
    La echa de menos, sonríe con ella , también se enfada con ella.
    Solo desaparecen los que no recuerda nadie.
    Besos con ternura
    S





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  13. Qué historias tan hermosas y tristes a la vez, la de Elenita, que no conocía, la que nos cuentas de tu pérdida de una manera como sólo tu puedes contarlo, con rabia, con ironía, con frases cortas que encierran emociones largas...

    Con ese desparpajo con el que intentas que tu vulnerabilidad no se amontone y te haga parecer ñoña. Con tu dolor y tu desencanto por no tenerla a ella cuando más falta te hacía, por no tenerla y punto.

    Me ha conmovido, me ha emocionado como madre, espero no dejar a mis mellizos de 41 todavía sin mis consejos, mis regañinas, mis trucos de limpieza y cocina y de andar por la vida inasequible al desaliento, y deseo que me dejen creer que todavía son mis niños.

    Sé cómo se siente esa ausencia de madre, de padre, pero eso es otra historia.

    Me encanta volver a leerte. Tienes todo el derecho a tener tus días de mierda.

    Preciosa y tierna foto.

    Un abrazo,

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