18 de febreiro de 2018

Oda a la improductividad

Arriésgate, sal de tu zona de confort 25 veces al día.
Ve a Pilates, haz Zumba, anda en bici y respira aire puro.
(Respira, coño, que es buenísimo para la salud.)
Ve documentales, películas, series, procura estar siempre a la última de todo.
¿La última de Lars von Trier? Ya la has visto, aunque no la hayas entendido*.
¿El último de Murakami? Ya lo has leído, aunque no se haya ni publicado. 
Ve a conciertos, a exposiciones. Visita galerías de arte, todas las que puedas. 
Trabaja, estudia... trabaja y estudia. 

Sé tu mejor yo. 
Vive, ¡vive! 
Y demuestra tooooooodo lo que puedes vivir, porque somos así, intensos, y aprovechamos el tiempo.
Cada minuto es un regalo. ¡Carpe diem, malditos!



O, simplemente, pasa de todo y haz lo que te apetezca.
Reconozco que normalmente a mis días les faltan horas y cuadrar algún que otro plan es imposible por falta de tiempo. Reconozco que normalmente ando de la ceca a la meca, siempre a la carrera, siempre con cosas pendientes que hacer.

Pero, a veces, me gusta esconderme de mi propia vida.

Esta semana que termina ha sido corta gracias a carnaval. He podido hacer puente en el trabajo, lo que me ha permitido tener cuatro días libres. Si bien normalmente juntarme con tantas horas de ocio significaría encadenar algún concierto o visita a alguna exposición con varias rondas de cañas, un par de documentales y unos cuantos artículos sesudos de escritores variados, esta vez me he tomado vacaciones.

Y, qué queréis que os diga, no me arrepiento de nada.

No me arrepiento de haberme pasado horas en pijama tirada en el sofá viendo cualquier chorrada que no me hiciera pensar de las miles disponibles en Netflix. Ni me arrepiento de no haber mirado la agenda cultural, ni se haber hecho el más mínimo esfuerzo por hacer algo medianamente productivo. No he adelantado trabajo atrasado, ni me he puesto al día con la colada, ni he solucionado ninguna de las miles de "Cosas Pendientes Para Hacer Cuando Tenga Un Ratito".
No he salido ni siquiera a pasear, y si han caído algunas cañas ha sido porque el cuerpo ya me dolía tras tanta horizontalidad inerte.

Me he convertido en una "nini" estos días, y no me arrepiento de nada.
Porque estoy bastante harta de este espíritu de superación personal que se ha adueñado de todos nosotros sobre todo desde que tenemos redes sociales. Y, si bien es cierto que me gusta ser una persona activa y hacer cosas, de vez en cuando necesito unas vacaciones de mi propia vida.
Porque no tengo que demostrarle nada a nadie y, a veces, lo único que quiero es estar conmigo misma (que, a fin de cuentas son muchos años y he aprendido a tolerarme bastante bien) y resetear el cerebro.

Mañana empieza una nueva semana.
Tengo millones de cosas pendientes en el trabajo que me recibirán mirándome acusadoras en cuanto entre por la puerta y haré algunas, todas o la mayoría.
Tal vez vaya a Pilates.
Intentaré sacar un hueco para estudiar antes o después de trabajar.
Caerán algunas cañas (salvo desgracia inesperada).
Hay una exposición de Salvador Dalí que me tienta.

Volveré a ser productiva (o no). Hasta el próximo arrebato de improductividad que me sobrevenga.


(Imagen de la película The Big Lebowski de Joel Coen)





*Seamos sinceros, no las entiende ni él.

Ningún comentario:

Publicar un comentario

Fala!