[Imagen: 13 de febrero de 2019, Santiago de Compostela]
Se van a cumplir dos años desde que hice la foto que ilustra esta entrada. Era un día soleado de febrero en Santiago, cosa que pasa con la misma frecuencia que el cometa Halley. Los 15 días de trabajo que me habían llevado hasta la ciudad se iban alargando y yo tenía aún la maleta sin deshacer, convencida de que era algo inminente el cambio de destino.
Al final me quedé allí hasta septiembre.
Como vidente no tengo futuro alguno.
De aquellas aún seguía inmensa en el "ni fú ni fa" emocional que arrastraba desde hacía tanto tiempo. Ahora sé que aquella apatía vital era producida por un tratamiento médico que llevaba años tomando, pero entonces simplemente pensaba que era normal, que me había convertido en una personita triste de esas que pululan por el mundo.
Aún no había hecho las paces con Santiago de Compostela ni había conocido a A., ni a R., ni a C., y E. era sólo una compañera más de trabajo que pululaba por la sala de profesores de vez en cuando. Mi Distracción con los Ojos Azules y Voz de Narrador© aún no se había ganado derecho a tener un alias.
Todo era normalmente gris y anodino,
como todo por aquel entonces en mi vida.
Recuerdo que hice la foto sin motivo alguno. Los que me conocen saben que tengo cierta fijación con este tipo de "expresiones artísticas urbanas". Puedo no conocer los nombres de los comercios de las calles por las que transito todos los días, pero conozco todas y cada una de las pintadas que hay en las calles de mi ciudad.
Yo que sé, obsesiones que tiene una.
La vida siguió, me pasaron cosas (que hermoso epitafio, ¿verdad?). Destrocé un móvil y meses después la tarjeta de memoria, perdiendo un montón de vídeos, mensajes y recuerdos. Apenas pude salvar casi nada. Perdí miles de píxeles de viajes, conciertos, momentos memorables...
... y esta foto es de las pocas que quedaron.
Conocí a Majesty© este verano, de la forma más absurda e inocente, que parece ser la manera en la que siempre me ocurren las cosas que acaban por afectarme tanto. Lo que no era "nada" se convirtió en "algo", luego fue "ALGO" y acabó siendo un terremoto tras el cual aún no he recuperado el equilibrio.
Hoy tuve un día horrible en el trabajo; un día de los de tener que apretar las mandíbulas, aguantar las lágrimas y contener las ganas de mandarlo todo a la mierda.
Hoy, organizando el caos que tengo en el ordenador para ver si así se me organiza por arte de magia la cabeza, encontré esta foto.
Hoy me he dado cuenta de que hace exactamente un mes desde la última vez que te mandé un copo de nieve como hacía siempre que pensaba en ti.
Hoy me he dado cuenta de que hace exactamentemente un mes desde que saliste a buscarme por las calles.
Hoy volví volví a maldecirte cuando comenzó a sonar Dylan en la radio, porque siempre me hace pensar en ti.
Hoy hace un mes desde tus últimas palabras.
Discúlpame.
Gracias
El día de hoy estaba condenado a ser un día tristísimo.
Y así fue.
***
Majesty©, ya no te mando copos de nieve, pero sigo pensando en ti.
Ojalá venga pronto el verano y me ayude a derretir todo el hielo que tengo dentro.