Es curioso, me he visto reflejado en tu imagen y reflexión, yo hago lo mismo, quizá como esperando inconscientemente que ella ocupe el hueco vacío o por respeto de no arrebatarle el vacío que dejó.
Soy un animal de costumbres y pequeños ritos, vamos, lo que se diría en castizo una maniática, así que me identifico con esa pequeña historia tan bien ilustrada por una sugerente y preciosa foto.
Somos animales de costumbres, pero poco a poco ella irá estirando las piernas, y haciendo el ángel con los brazos, y un día dormira atravesada y al otro con un pie en oriente y el otro en poniente, y a partir de ahí sabrá que está empezando a olvidar... y a disfrutar al mismo tiempo de su territorio reconquistado.
Y la entiendo. Creo que es algo común, que los hábitos pesan mucho.
La foto es soberbia.
apertas
· LMA · & · CR ·
Es curioso, me he visto reflejado en tu imagen y reflexión, yo hago lo mismo, quizá como esperando inconscientemente que ella ocupe el hueco vacío o por respeto de no arrebatarle el vacío que dejó.
ResponderEliminarUn beso.
Esa sábana como un mar sobrevolado. A la espera de otras tempestades y otras calmas.
ResponderEliminarDemasiada cama e demasiadas lembranzas.
ResponderEliminar(A cama ben se ve; e as lembranzas percíbense en que ergues moito a deda grande do pé dereito)
Preciosa entrada, me ha gustado mucho. Ya tienes un nuevo seguidor desde Cantabria. Saludos.
ResponderEliminarA fin de cuentas ...estamos hechos de costumbres. Preciosa, me da mucho gusto leerte y gracias por no olvidarte de mí. Besos
ResponderEliminarSoy un animal de costumbres y pequeños ritos, vamos, lo que se diría en castizo una maniática, así que me identifico con esa pequeña historia tan bien ilustrada por una sugerente y preciosa foto.
ResponderEliminarUn beso,
La querencia, la famosa querencia.
ResponderEliminarSalu2.
Entre otras cosas dormía mejor y más. Sólo dormía.
ResponderEliminarTambién me gustó.
Somos animales de costumbres, pero poco a poco ella irá estirando las piernas, y haciendo el ángel con los brazos, y un día dormira atravesada y al otro con un pie en oriente y el otro en poniente, y a partir de ahí sabrá que está empezando a olvidar... y a disfrutar al mismo tiempo de su territorio reconquistado.
ResponderEliminarUn beso,